El depósito del tanque se construye empleando lámina de acero de extrema solidez y se reviste internamente con una capa de pintura epóxica.

Esto asegura que el agua no entre en contacto con el metal, ademas la estructura del tanque está diseñada para lograr un cierre completo y total, sin necesidad de contar con una bolsa o diafragma en su interior.

El aire contenido en el tanque permanece constante gracias a un sistema de recarga automática de alta calidad, que asegura que el aire sea repuesto de manera continua en cada ciclo de funcionamiento. Este tanque se caracteriza por su gran facilidad para el llenado inicial, la conexión y las tareas de mantenimiento.

El proceso de drenaje del agua en el tanque se realiza de manera rápida y sencilla, permitiendo un vaciado eficiente.